· Podría considerarse peligroso porque la responsabilidad recae en el usuario, si éste acepta invitaciones de desconocidos hay riesgo, expuso el especialista de la DGSCA de la UNAM, Fabián Romo Zamudio
· Raúl Trejo, del Instituto de Investigaciones Sociales, explicó que los emoticones son entendidos según las circunstancias y útiles para transmitir estados de ánimo
· Este servicio no promueve relaciones desafectivas, aclaró el psicólogo Ricardo Trujillo Correa
Del messenger se ha dicho todo. Adeptos y detractores se han enfrascado en una polémica en la que unos defienden y otros condenan su uso. Por un lado, están los que argumentan que emplearlo supone un peligro porque compromete información personal; por el otro, quienes aseguran que esta herramienta ha acortado distancias y favorecido la comunicación como no se había hecho nunca antes.
También, los que afirman que chatear empobrece el lenguaje y atacan a los que creen que el mensajero instantáneo (junto con los blogs y demás recursos de internet) ha logrado lo que parecía imposible, que ésta sea la generación que más lee y escribe de todos los tiempos.
Para unos, es el medio ideal que les permite conocer gente, otros lo utilizan para trabajar, no sentirse excluidos o simplemente estar comunicados. En México, es un instrumento casi tan utilizado como el e-mail. El messenger “llegó para quedarse”.
Desde su aparición en nuestro país hace 10 años (el 22 de julio de 1999), la mensajería instantánea revolucionó la internet. Antes, la comunicación se daba vía correo electrónico, lo que implicaba esperar hasta semanas para recibir una respuesta.
Sin embargo, con el messenger cambió esa realidad, gracias a sus características que conjuntan la escritura del mail con la inmediatez y sincronía del teléfono, expuso el especialista de la Dirección General de Servicios de Cómputo Académico (DGSCA) de la UNAM, Fabián Romo Zamudio.
¿Una herramienta segura?
Messenger podría considerarse peligroso por dos razones: primero, porque la responsabilidad recae en el usuario. Si éste acepta invitaciones de desconocidos hay riesgo, porque cualquiera podría estar del otro lado de la pantalla, aclaró Romo Zamudio.
La otra amenaza radica en que la comunicación por este medio no está encriptada, es decir, podría ser descifrada por un extraño, agregó. Ningún servicio de mensajería instantánea ha resuelto esta falla de seguridad, por ello, cualquier cosa escrita puede ser espiada. “Para evitar esta situación, se recomienda no proporcionar información confidencial por este medio”.
Por ello, sugirió a los internautas respaldar la información contenida en sus cuentas de correo y servidores, porque pueden dejar de funcionar si los dueños de este sistema así lo deciden, ya que es una herramienta gratuita que no genera ningún compromiso usuario-proveedor.
En rápida evolución
El messenger, que actualmente cuenta con 22 millones 960 mil cuentas activas en México, ha evolucionado más rápido de lo que muchos usuarios han podido asimilar. Es una aplicación que no sólo se ha mantenido vigente, sino que se ha fusionado con otras; de lo contrario, no se entendería su supervivencia, señaló.
Sin embargo, por su naturaleza, este servicio le confiere un manto de anonimato a la conversación, y aunque ha aumentado la cantidad de comunicaciones por esta vía, no se ha incrementado su calidad, apuntó el subdirector de Tecnología para la Educación de la DGSCA.
Hace 10 años, la aplicación tenía sólo 2.5 millones de usuarios, aunque las alternativas para comunicarse se reducían a texto y unos pocos emoticones (símbolos y caritas que enfatizan la intención de quien escribe). Hoy, cuenta con más de 485 millones a nivel mundial.
Unificar, el futuro
Al hablar del futuro de esta herramienta, Romo Zamudio detalló que el desafío es unificarla y hacer que con una misma aplicación, programa o dispositivo, haya varias maneras de comunicarse, y que cada usuario sea localizable en cualquier lugar con un solo identificador.
El hecho que haya tantos servicios de mensajería no compatibles, es un reto a resolver; sin embargo, cuando exista un estándar de mensajería instantánea, ésta habrá llegado al tope de su evolución y se volverá universal.
Si los usuarios de messenger formaran un país, éste sería el tercero más poblado en el mundo, después de China e India, y por arriba de Estados Unidos. La aplicación del MSN (Microsoft Network) se ha convertido en el mensajero instantáneo gratuito más popular del orbe (el 60 por ciento de quienes “chatean” lo prefieren), precisó.
En 2005, diariamente se enviaban alrededor de 2.5 billones de mensajes a través de Messenger, y en 2007 se lanzó el zumbido (buzz), que busca captar la atención del receptor de manera más llamativa.
Evolución del lenguaje
Uno de los aspectos que resaltó Raúl Trejo Delarbre, académico del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), es el del lenguaje abreviado, es decir, la “imposición” de la comunicación pobre y comprimida en aras de lo instantáneo. Esto pone sobre la mesa el tópico del empobrecimiento de la lengua española.
Para Delarbre, estos nuevos códigos, más que ser señal de la decadencia del idioma, son indicios de que éste se está transformando. Hay nuevas palabras que incluso son instauradas por el desarrollo tecnológico, pero ello no implica un empobrecimiento, “esto sólo podría ocurrir si nuestro único medio de comunicación fuera el messenger”.
No hay evidencia de que los jóvenes que usan esta herramienta, cuando se ven cara a cara, platiquen como si estuvieran chateando, porque “la gente no habla con abreviaturas”. El especialista señaló que la práctica de abreviar, reducir o mezclar idiomas que propicia la pérdida o modificación del lenguaje no es propia del messenger, al contrario, esta tendencia proviene de la mensajería vía celular, ya que en los teléfonos móviles los teclados y pantallas son muy limitados.
Esta limitante ha propiciado que la gente, de manera extraformal, use abreviaturas y símbolos, lo que genera conflicto con quienes no conocen o comparten este código. “Hay gente que utiliza la letra ‘q’ como ‘qué’ y otras como quiero, por dar sólo un ejemplo”.
Una sonrisa lo dice todo
Tema aparte son las caritas sonrientes, llorosas o enojadas, y los íconos que brincan, comen, se abrazan o dan “sapes”, es decir, los emoticones. El especialista explicó que esta modalidad tiene tanto defensores como enemigos declarados.
Por un lado, hay quienes destacan lo interesante del uso de símbolos emotivos en una charla, porque así se enriquece una plática que, sin esos matices, fácilmente se tornaría fría. Por el otro, hay quienes afirman que con estos símbolos se destruye la lengua y las construcciones gramaticales. “Yo creo que se está transformando el lenguaje; los idiomas deben ser algo vivo en constante evolución”.
Al respecto, Trejo Delarbre agregó que los emoticones son decodificados según la connotación y son útiles para transmitir emociones. “Es importante aclarar que un estado de ánimo no agota un discurso, sólo es parte del mismo. La capacidad de expresión de un signo, como éstos, depende de la intencionalidad con la que el emisor lo da a conocer, y la capacidad del receptor para decodificarlo”.
El catedrático agregó que los nicknames, apodos o seudónimos usados en el messenger sirven para mostrar la personalidad de cada individuo o lo que desea aparentar; además, estos motes usualmente son acompañados por frases de presentación. “Es una forma de reflejar la situación personal. Son leyendas brevísimas que comunican intenciones y dan a conocer cómo se encuentra el sujeto”.
“Comunicación fría”
El académico de la Facultad de Psicología (FP), Ricardo Trujillo Correa, opinó que pese a que se afirma que el messenger promueve la desafectivización (por carecer de contacto físico-visual), esto no es cierto, porque el vínculo siempre es fantasmático. Cuando uno se relaciona, se genera una serie de expectativas de cómo es física y emocionalmente el otro, pero eso es una fantasía. El messenger hace evidente esta situación, pero no porque propicie relaciones desafectivizadas, sino porque es reflejo de la sociedad posmoderna que favorece vínculos ligados al entretenimiento, apuntó.
El especialista en psicología social detalló que, contrario a quienes piensan que el messenger disminuye la productividad, la aumenta si se considera que es más rápido hablar con otro individuo a través de una computadora que en persona, incluso en horas laborales. Es como trabajar 45 minutos y descansar 15, y el chat favorece este tipo de prácticas.
Además, el mexicano que labora en un ámbito urbano, principalmente en empresas, se percibe conectado con la gente, pero solo; por ello, el chat compensa las relaciones que se van perdiendo por el ritmo de vida actual.
La tecnología es una herramienta y no beneficia ni afecta el modo que tenemos de acercarnos unos con otros, aunque la sociedad busque vínculos virtuales. “Nos relacionamos sin forma, propósito y angustia”.
Nuevas formas de establecer vínculos
Para ahondar en el tema, Trujillo Correa expuso que hay tres dinámicas para vincularse: las de mercancía, técnica y conexión. La primera permite establecer relaciones en función de qué tanto benefician, sin considerar qué tanto gustan o desagradan.
En la segunda se transforma el vínculo en una cuestión meramente positivista. Ya no se piensa en amor, sino en sexo. Se desarrollan técnicas adecuadas, pero no relacionadas con lo amoroso, sino con el entretenimiento, explicó.
La tercera es tan sencilla como “conectarme y salirme sin ningún conflicto. Una relación vía messenger es perfecta, en ella no hay angustia ni compromiso. Te relacionas a través de un aparato que es frío e impersonal, y cuando el otro te deja de entretener, siempre puedes desconectarte sin mayor explicación”, apuntó.
Para concluir, predijo que la cultura del messenger se expandirá y que incluso se modificará para ser más personalizada, sin que esto implique un compromiso mayor.
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