la catastrofe

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lunes, 28 de septiembre de 2009

La Jornada, la UNAM, Chomsky

Notable convocatoria de La Jornada para una conferencia de Noam Chomsky en la UNAM. La sala Netzahualcoyotl, a reventar de estudiantes en su mayoría, profesores e investigadores, periodistas. Prueba una vez más de que el análisis de los problemas actuales, en una perspectiva crítica, sacude a la sociedad. No sólo por la perspectiva crítica, sino por la inteligencia e información que distingue el discurso del filósofo estadunidense.

Sus conferencias, las pocas veces que he tenido la suerte de escucharlo, se asemejan a un concierto de órgano de Bach: la maciza construcción modulada se acerca a los sentidos y nos llega en oleadas de razonamiento irrefutable.

Chomsky ha estudiado a fondo el proceder de los poderes e intereses económicos contemporáneos que parecen no dejar apertura para las iniciativas de transformación, que en el fondo son absorbidas por el sistema y cambiadas en su contrario, en la consolidación de su todopoderoso actuar. El actual sistema capitalista de dominación: Leviatán en la plancha de disección crítica de Chomsky que nos exhibe la entraña del gigante, y que el filósofo va mostrando con impecable brillo, hasta sus últimas consecuencias inhumanas para la vida de la humanidad.

En esa avalancha de razones tiene toda la razón. Una vez más se prueba que la etapa del capitalismo en su etapa neoliberal gobernada por los grandes consorcios mundiales domina, se impone, utiliza las revoluciones tecnológicas para controlar y esparcir falsedades a conveniencia, para disciplinar y regimentar conductas, para desbaratar los principios democráticos y convertir la política en un show business que no toca el sistema de los intereses establecidos. Sistema como un monolito, que lo que pierde hoy lo recupera mañana sobradamente.

Chomsky sostiene que las reglas del capitalismo de los consorcios actúan sobre tres principios esenciales: el de Adam Smith, para quien las políticas públicas en Inglaterra se definían por “los comerciantes y fabricantes” (actualmente los consorcios nacionales e internacionales). El de Thomas Ferguson, el de “la inversión política”, quien consideraba que las elecciones son la ocasión para que grupos de inversionistas se unifiquen para controlar el Estado. Se añade además la divisa de la mafia, según la cual El Padrino no tolera que nadie lo desafíe. Es preciso que todos entiendan que desobedecer no es opción: que alguien se oponga al Amo puede volverse un virus que disemine el contagio, el término de Kissinger cuando se preparaba para derrocar al gobierno de Salvador Allende.

El conjunto se resumiría en la máxima de Tucídides: “Los fuertes hacen lo que quieren, y los débiles sufren como es menester”.

Tales divisas funcionarían sobre todo en la política estadunidense, como cabeza del Imperio, con tremendas consecuencias en una crisis que se ensaña sobre todo con las clases pobres y medias, sin tocar a las más altas y favorecidas, considerando además que el Estado se moviliza en su favor (las medidas “anticrisis” salvadoras sobre todo de las finanzas), con el fin de que continúen en sus condiciones de extremo beneficio. Tal fenómeno se reproduciría en el interior de todos los países, en que las oligarquías prevalecen enlazadas al sistema mundial de los consorcios (la globalización, que ha dado lugar a un mundo tremendamente desigual con base en la explotación).
Varias interrogantes permitieron a Chomsky cerrar su análisis de este mundo aparentemente inamovible. Pero faltó tal vez la pregunta clave, cuya respuesta hubiera terminado por dibujar una pintura más acabada de nuestra situación: ¿Y la revolución? ¿Se nos dijo que en este mundo enfermo que vivimos (por injusto y desproporcionado) son imposibles las transformaciones sociales de fondo, y mucho menos las revoluciones? ¿Se nos habló de un mundo paralítico y sin horizontes de cambio? ¿Llegamos otra vez –en otros términos y perspectivas– al “fin de la historia” de Fukuyama?

En cierto momento del discurso pensé en la manera en que un revolucionario analizaría críticamente la situación del capitalismo actual. Del lado de la disección crítica coincidiría esencialmente con las tesis de Chomsky, pero también habría añadido una consideración extensa sobre las fuerzas sociales que se oponen a la crueldad de la actual explotación, y a las posibilidades futuras de esas fuerzas, a su existencia política y moral, sin las que tampoco se entiende el mundo actual. Un mundo en que la contradicción, el conflicto y la lucha de clases son también realidades evidentes y contundentes.

¿O se trata de un mundo cerrado y sin esperanza? No lo creemos. En la parte final de su conferencia reconoció que América Latina lleva a cabo esfuerzos para sacudirse el yugo. Y que el plan estadunidense para militarizarla (las bases en Colombia, sobre todo) es una respuesta del Imperio a estos procesos que procuran la integración de los países del sur y su impulso para diversificar las relaciones económicas e internacionales. Y la decisión que ya se percibe de contener esa patología nuestra que ha tolerado a estrechos sectores acaudalados en medio de un mar de miseria. Chomsky reconoció que en América Latina hay impresionantes movimientos populares de masas, de gran significación.

Se trata de reconocer, en ese mundo cerrado que dibujó, la necesidad de la esperanza, con plena vigencia en las palabras de Walter Benjamín: “Tenemos esperanza por aquellos que han perdido toda esperanza”.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Chomsky, un icono para La Jornada en la lucha por contrarrestar la desinformación


Fue “referencia moral y línea de conducta” para el grupo fundador del diario: Carmen Lira


La Sala Nezahualcóyotl, abarrotada para escuchar al prestigiado académico del MIT">Foto María Meléndrez Parada
Blanche Petrich

La directora general de La Jornada, Carmen Lira Saade, presentó ayer a Noam Chomsky ante un público ávido y expectante en la Sala Nezahualcóyotl, en Ciudad Universitaria. Y reconoció que el “análisis chomskiano” en torno a la industria mediática, que a lo largo de los años dejó al descubierto “las miserias del periodismo estadunidense, que se describe a sí mismo como independiente, objetivo y profesional”, fue una “referencia moral y una línea de conducta” para el grupo fundador de La Jornada hace 25 años.
Al organizar este proyecto periodístico, “aspirábamos a romper la cáscara de uniformidad, autocensura y hegemonismo informativo de un conjunto de medios que constituían, en la práctica, un verdadero aparato propagandístico de Estado”, señaló.
“Queríamos romper los falsos consensos, contrastar las verdades oficiales con la verdad a secas, dar visibilidad a individuos y procesos sociales que no aparecían por ningún lado en el gran retrato del país que elaboraba la masa mediática, enredada en las redes de complicidad del régimen político.”
Para conseguirlo, los fundadores del diario que nacía hace un cuarto de siglo encontraron en las tesis del académico del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) conceptos esclarecedores. “Desde entonces, la función principal de La Jornada ha consistido en contrarrestar la desinformación imperante, en restituir el orden ético de las prioridades nacionales, trastocado por la corrupción inveterada y por un modelo neoliberal que no conoce otro dictado que el de maximizar las ganancias a costa de lo que sea”.
Por lo anterior, expresó la directora general mientras los reflectores ya iluminaban la serena figura de Chomsky –quien, pese a ser el autor más citado en la academia estadunidense, es también uno de los escritores más censurados, tanto en los medios de su país como en Corea–, su presencia en México “ha sido para nosotros el mejor regalo que podrían habernos hecho en nuestro 25 aniversario”.
En otro momento de su presentación, Carmen Lira –que antes de ocupar cargos directivos fue, sobre todo y por largo tiempo, reportera– aludió a otro de los grandes del periodismo mundial, que también ha sido referente para quienes hacen este diario:
“Así como aprendimos de Ryszard Kapuscinski las maneras arduas para salir a buscar la verdad entre los verdaderos protagonistas de la historia, que son las sociedades y sus integrantes, del hombre que ahora va a platicar con ustedes hemos aprendido a evitar las trampas tendidas por el sistema político-económico para cooptar a los medios, neutralizar el sentido profesional de los informadores y, en última instancia, imponer en el público nociones distorsionadas.”
Después de enfatizar que una de las claves de la persistencia de nuestro periódico ha sido “la fidelidad a unos principios inspirados, en buena medida, por el análisis de nuestro oficio que Noam Chomsky ha venido desarrollando”, concluyó: “la lucidez y la honestidad intelectual de Chomsky están, pues, en el centro de la relación entre La Jornada y un conjunto de lectores que él llamaría ciudadanos informados, y los jornaleros se lo agradecemos siempre, jornada tras jornada”.
Entonces sí, el hombre quedó solo en el escenario de la Neza. Y empezaron dos horas de disertación y comunión con el auditorio.
Con información de La Jornada

jueves, 10 de septiembre de 2009

Subir cuotas, idea trasnochada de la OCDE, expresa Narro Robles

Quien la propone “ignora la realidad del país”, considera el rector

Mariana Norandi

El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, afirmó que no es deseable el recorte presupuestal de más de 2 mil 500 millones de pesos que propuso el gobierno federal para la educación superior y que no va a examinar la propuesta de incremento de cuotas que hizo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).“Mientras yo sea rector, no la vamos a analizar”, enfatizó.
Al inaugurar la novena Feria del Empleo UNAM 2009, en el estacionamiento de aspirantes de esa máxima casa de estudios, el rector señaló que si bien el paquete económico entregado este martes a la Cámara de Diputados aún no ha sido estudiado con cuidado, “las primeras cifras no son las que desearía”. Sin embargo, y a pesar del recorte propuesto, aclaró que no va a subir las cuotas.
“No hay que oír algunas de las recomendaciones absolutamente trasnochadas de algunos que viven muy cómodamente fuera del país y que desde la OCDE nos quieren decir lo que tenemos que hacer. No les vamos a hacer caso.”
Subrayó que la propuesta de la OCDE, de que los estudiantes y el gobierno deben compartir los costos de la educación universitaria, demuestra falta de conocimiento de la realidad del país y de la educación superior pública en México, donde más de 80 mil alumnos universitarios necesitan becas para poder estudiar y alimentarse.
Narro Robles sostuvo que no se va a analizar la propuesta del organismo internacional porque uno de cada cuatro estudiantes de la UNAM procede de familias que tienen ingresos de cuatro o menos salarios mínimos; por lo tanto, lo que necesita la educación superior en México no es subir las cuotas, sino apoyo, ya que es un área estratégica para el desarrollo del país.
“Entonces, con la pena, pero vamos a seguir siendo incómodos. Vamos a seguir insistiendo en que esta universidad, y no nada más esta universidad, sino todas las instituciones públicas de educación superior de México, reclamamos conjuntamente apoyos”.
Narro se dirigió a los diputados, encargados de aprobar el presupuesto, y les dijo que si de verdad creen que la educación superior es prioridad para México, tienen ahora la oportunidad de demostrarlo.
Pidió a las fracciones parlamentarias de los tres principales partidos políticos del país que sean “congruentes” con sus afirmaciones acerca de que invertir en educación superior representa una palanca para el desarrollo del país, como expresaron en reuniones sostenidas en días pasados con rectores que integran la ANUIES.
Agregó que el país requiere que se duplique la inversión en educación superior a corto o mediano plazo, por lo que pidió a los legisladores que aprueben incrementos y no decrementos en educación superior, ciencia y tecnología.
“Esperemos si la respuesta es consistente con lo que se dice. Y si no lo es, pues ya cada quien calificará esa actitud con su adjetivo que más le parezca. Yo ya tengo el mío”, anotó.
Aseveró que lo que necesita México para salir de la crisis es fortalecer el gasto público, el empleo y apostarle a las áreas que son estratégicas, como la educación y las ciencias.
Señaló que no se puede eludir la existencia de una situación económica crítica; de hecho reconoció que la feria del empleo que inauguró este año cuenta con 52 por ciento menos de plazas de instancias empleadoras. Pero recalcó que México saldrá delante de esta crisis, y lo hará a través de las instituciones que ha creado, entre ellas la Universidad Nacional

martes, 8 de septiembre de 2009

Obsesiones


Por: Merlina Meiler, el 06 de septiembre de 2009, 04:58 PM

Si gran parte de tu tiempo lo pasas maquinando sobre un tema en particular, el que da vueltas en tu mente sin cesar, tal vez te hayas obsesionado con ese tema. ¿Cuánta energía te consume el estar permanentemente concentrado en solo un fin? ¿Qué otras áreas de tu vida has relegado, tal vez sin siquiera darte cuenta?
Creer que toda la felicidad de tu vida radica en sólo un logro significa limitar tu capacidad como ser humano, que puede y necesita expresarse en distintas dimensiones. Piensa por un instante qué pasaría si nunca lograses ese hecho único y aislado que te obsesiona. Porque tal vez no se produzca en un futuro cercano o no llegue a concretarse jamás.
Si supones que te va la vida en lograr ese puesto de gerente que tanto deseas, en comprar algo en particular, o que nunca serás feliz si no te casas y tienes al menos dos niños, estarás concentrando toda tu energía y atención en ese asunto, y probablemente limites las verdaderas posibilidades de desarrollo, crecimiento y felicidad de tu vida. Simplemente las niegas, ya que en tu esquema mental no hay lugar para otras oportunidades de dicha y plenitud.
Si tan solo con la mente abierta a nuevos horizontes aplicaras una pequeña dosis de flexibilidad y un mínimo de confianza a la posibilidad de que nuevos acontecimientos, algunos impensados, te hagan feliz, se abriría frente a ti una miríada de opciones diferentes para disfrutar de una vida más placentera.
¿Qué estás dejando en el camino para alcanzar tu fin? Te estás evadiendo de la realidad al enfocar todas tus energías en algo utópico, tal vez irrealizable. ¿Se está debilitando tu pareja, hay cambios familiares, la soledad te agobia y por eso prefieres bloquear esos sentimientos encontrados y centrarte en un objetivo laboral o económico? ¿O, por el contrario, tienes dificultades en el terreno laboral y para minimizarlas u olvidarlas te centras desmesuradamente en otro aspecto de tu vida?
Parecería que al dirigir el foco de tu atención hacia otro tema, lo que realmente te preocupa quedara desdibujado. Pero no es así. ¿Vale la pena abstraerse de lo que te perturba? ¿Crees que desaparecerá mágicamente por obsesionarte con otra cosa?
Si te sientes identificado con gran parte de la descripción de este articulo, entonces es muy posible que te estés evadiendo de algo. Un área de tu vida te esta pidiendo a gritos que le prestes atención, en la que no logras la plenitud y el brillo que deberías, y tú la estas callando como puedes, centrándote desmedidamente en otra.
Hay un cambio latente en ti. No trates de acallarlo más, ya que el hacerlo puede poner en peligro tu salud mental o física. En vez de hacer oídos sordos a las ideas intuitivas que te afloran, cambiar de tema o posponer decisiones, permítete encontrar nuevas fuentes de concreción personal. Hay algo que te gustaría cambiar y desbloquear, tu mente ya lo sabe y seguramente te puede dar indicios en estos días para que lo veas con nitidez.
Enfócate en lo que te gustaría que sea distinto, desde una posición mas relajada, e imagina cómo sería eso en el futuro, con lujo de detalles, colores, formas, texturas, sonidos. Centrarte en lo que realmente necesita de tu atención para solucionarlo o aceptarlo redunda en equilibrio, que es la base de una vida sana.
¿Lo intentarás?