- Juan Carlos Romero Hicks no impulsa el desarrollo del sector: René Drucker Colín
- Inaceptable, la pretensión de recortar el presupuesto en el área: Rosaura Ruiz Gutiérrez
- La administración calderonista no cuenta con una verdadera política de apoyo, señalan
Emir Olivares Alonso
Integrantes de la comunidad científica del país exigieron la renuncia del director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Juan Carlos Romero Hicks, por su incapacidad y deficiente gestión al frente del organismo, además de que no cuenta con el perfil para el cargo. Consideraron que la ciencia en México es un desastre, por lo que apremiaron una restructuración con una visión de Estado que apoye e impulse el ramo.
Científicos de diversas instituciones públicas de investigación coincidieron en que la administración calderonista no cuenta con una verdadera política científica, al grado de que el propio titular del Ejecutivo federal la confunde con bienestar social. Agregaron que el presupuesto para el sector es raquítico y criticaron que se pretenda recortar aún más, debido a la crisis económica, y advirtieron que con los gobiernos panistas y los últimos priístas se ha tenido un retroceso.
Durante el foro La ciencia en México: zona de desastre, organizado por la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), René Drucker Colín, director de Divulgación Científica de la UNAM, demandó al titular del Conacyt su renuncia, “o que lo renuncien”, porque no ha cumplido con sus funciones en favor de la defensa, desarrollo e impulso de la ciencia y la tecnología en el país.
Palanca para el desarrollo
Subrayó que Romero Hicks no se ha atrevido a gestionar ante la Cámara de Diputados mayores recursos para el sector que los propuestos por Felipe Calderón, con el argumento de que “el Presidente ya había designado el dinero para ciencia”.
Si bien es cierto que la ciencia no resolverá todos los problemas del país, sí constituye una palanca para el desarrollo, por lo que es fundamental sensibilizar a la clase política sobre la importancia de ese sector, que no sólo necesita de mayores recursos, sino de crear un verdadero proyecto de Estado al respecto, dijo el ex presidente de la AMC.
Aseveró que el Conacyt requiere de un director con un perfil científico, combativo, que tenga el respaldo y respeto de la comunidad científica y de la sociedad, y que entienda la importancia de la ciencia para la nación, el cual –dijo– no cubre Romero Hicks.
Octavio Paredes López, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) Irapuato e integrante de la Junta de Gobierno de la UNAM, sostuvo que Calderón nombró en sitios estratégicos –como los encargados de la educación y la ciencia– a personajes que lo beneficiaron llevando votos para el partido en el poder.
En cambio –resaltó– el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, designó como asesores y ministros en temas como energía, medicina y agricultura a premios Nobel, es decir, personas de “altísima calidad científica”. Lo anterior, porque el mandatario estadunidense sí comprende que la ciencia es fundamental para la seguridad, prosperidad, salud y calidad de vida en su país.
El también premio Nacional de Ciencias y ex presidente de la AMC consideró que el Conacyt “va de mal en peor, ya es un modelo agotado que debe reconsiderarse”. Por ello llamó a impulsar una restructuración a fondo de la ciencia mexicana. Y criticó que los científicos mexicanos, por su falta de colaboración, no hayan logrado un cambio en la dirección de las políticas para el sector.
Por el contrario, dijo, en los más recientes sexenios se ha emprendido una política de desmantelamiento de las instituciones científicas del país, como la desaparición de la Comisión Nacional del Espacio Exterior y de los Laboratorios de Desarrollo Industrial, o el debilitamiento del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pesqueras y del Colegio de Posgraduados. “Hay una tendencia a eliminarlos.”
Rafael Loyola, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM y miembro de la AMC, destacó que la alternancia política no fue favorable para la ciencia, pues “el segundo gobierno de confección conservadora repitió el desatino de designar, más por acomodo político que por pertinencia, a un responsable de la política científica carente de trayectoria de investigación”.
Fallido proyecto
Dijo que, lejos de corregir el rumbo de acuerdo con los resultados y las críticas al modelo aplicado para el desarrollo de la ciencia y la tecnología que se presentaron durante el sexenio anterior, Romero Hicks “retomó con mayor vigor el fallido proyecto de la administración foxista, al recuperar con fanfarrias la devoción del desarrollo tecnológico y la innovación sin ciencia y sin científicos, diluir la participación de esta comunidad, desdibujar la conducción del Conacyt en beneficio de la Secretaría de Economía y facilitar los regalos a los empresarios sin mecanismos que aseguren corresponsabilidad”.
La actual presidenta de la AMC, Rosaura Ruiz Gutiérrez, subrayó que es “inaceptable” la pretensión de recortar los de por sí insuficientes y bajos presupuestos para educación, ciencia y tecnología.
Aseveró que aunque México vive una crisis generalizada, es viable llevar a cabo un rescate financiero. Para ello, recordó que en días recientes propuso un programa de rescate, el cual sostiene que el incremento gradual del presupuesto para ciencia y tecnología es autofinanciable.
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